Fianza y otras garantías que pueden pactar las partes en alquiler de inmuebles urbanos.
Al momento de celebrar un contrato de arrendamiento, es fundamental entender las normativas que rigen la fianza, ya que esta es una parte esencial del proceso. En este artículo, desglosaremos el Artículo 36 sobre la fianza, explicando su importancia y las obligaciones que conlleva tanto para arrendadores como para arrendatarios.
¿Qué es la fianza?
La fianza es una garantía que se exige al arrendatario para asegurar el cumplimiento de las obligaciones contractuales. En términos generales, para arrendar una vivienda, el arrendatario debe presentar una fianza en metálico equivalente a una mensualidad de renta. Si el arrendamiento es para un uso diferente a la vivienda, la fianza deberá ser de dos mensualidades.
¿Cómo se actualiza la fianza?
Durante los primeros cinco años del contrato —o siete si el arrendador es una persona jurídica— la fianza no se actualizará. Sin embargo, al prorrogarse el contrato, el arrendador tiene la opción de exigir un incremento en la fianza, o el arrendatario puede solicitar una disminución, ajustándose a la renta vigente en ese momento.
Para los contratos que exceden estos plazos, la actualización de la fianza se regirá por lo que las partes acuerden. Si no hay un pacto específico, se presume que las condiciones de actualización de la renta también aplican a la fianza.
¿Qué sucede al finalizar el contrato?
Al finalizar el arriendo, el saldo de la fianza debe ser restituido al arrendatario. Es importante destacar que este saldo devengará intereses legales si no se devuelve dentro del mes siguiente a la entrega de las llaves.
Garantías adicionales
Las partes pueden acordar garantías adicionales a la fianza en metálico. En contratos de hasta cinco años (o siete si el arrendador es persona jurídica), el valor de estas garantías no puede exceder de dos mensualidades de renta.
Excepciones a la obligación de prestar fianza
Cabe mencionar que algunas entidades están exentas de presentar fianza, como la Administración General del Estado, las comunidades autónomas y entidades locales, así como organismos autónomos y mutuas colaboradoras de la Seguridad Social, siempre que el pago de la renta se realice con cargo a sus presupuestos.
Conclusión
Entender el funcionamiento de la fianza en los contratos de arrendamiento es crucial tanto para arrendadores como para arrendatarios. Asegurarse de cumplir con estas normativas no solo protege los derechos de ambas partes, sino que también facilita una relación contractual más armoniosa y clara. Si estás considerando arrendar una propiedad, ten en cuenta estos aspectos para tomar decisiones informadas.
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